La historia del vino desde la antigüedad
¿Sabías que el vino es una de las bebidas más antiguas y apreciadas de la humanidad? ¡Déjame llevarte en un recorrido por la historia de esta increíble bebida!
Si nos remontamos a sus más antiguas raíces, el vino encuentra sus orígenes hace miles de años en Mesopotamia y Egipto. De hecho, las primeras evidencias de la producción de vino se remontan alrededor del 6000 a.C. Las antiguas civilizaciones consideraban el vino un regalo de los dioses y lo utilizaban en ceremonias religiosas y rituales.
No fue, sin embargo, hasta la antigua Grecia y Roma cuando la cultura del vino alcanzó su punto máximo. Los griegos tenían una deidad del vino llamada Dioniso, mientras que los romanos veneraban a Baco. Ambos eran una especie de un dios liberador que les permitía desconectar de su estado normal de consciencia, a través de la música, del éxtasis y, por supuesto, del vino. Ambas civilizaciones promovieron la viticultura y expandieron los conocimientos sobre la producción y el consumo de vino.
Como es natural, a medida que los imperios griego y romano se expandieron, llevaron consigo su propia cultura a los distintos territorios que ocupaban, transmitiendo sus enseñanzas sobre el vino a nuevas regiones. El vino se convirtió en una parte integral de la dieta y la economía en diferentes partes del mundo, desde Europa hasta el Medio Oriente.
Durante la Edad Media, los monjes y las órdenes religiosas desempeñaron un papel crucial en la preservación de los viñedos y la elaboración del vino. Dado que el agua no era de buena calidad y era fuente de infecciones y enfermedades como la peste, que asoló gran parte de la población, ello hizo que el vino fuera prácticamente la bebida más consumida durante la Edad Media. La mayor parte del consumo del vino venía de los monasterios y conventos, soldados, obreros, y criados. A ello se suma el importante papel del vino en la liturgia cristiana, evento central de la cultura en sociedad de la época.
Con la llegada del Renacimiento, se realizaron importantes avances en la vinificación, incluida la clasificación de los vinos según su calidad. La curiosidad insaciable que caracteriza este periodo histórico fue el motor más poderoso para su desarrollo, lo que llevó a los más interesados a profundizar en la viticultura y el arte de elaborar vino.
Durante los siglos XV y XVI, los exploradores europeos llevaron vides a nuevas tierras descubiertas, como América y Australia. Estas regiones comenzaron a desarrollar su propia tradición vinícola, dando lugar a la diversidad actual de vinos en el mundo.